miércoles, 24 de octubre de 2012

 
Cuenta la historia que alrededor del año 1650, un mulato (originario de Angola), en agradecimiento por haber obtenido la libertad, pintó en su habitación la imagen de Cristo crucificado, él pertenecía a una cofradía del barrio de Pachacamilla, en Lima, Perú, este lugar es el templo
de las Nazarenas, en la actualidad se guarda la imagen del Señor de los Milagros.
En 1671, las autoridades mandaron destruir, pero con gran sorpresa vieron que ocurrían diversos fenómenos que hacían imposible derribarlo el muro pintado.
Desde entonces, el Señor de los Milagros goza de una veneración ininterrumpida, no solo en Lima, Perú, sino también en algunas ciudades de otros países, como en Estados unidos, Japón, Brasil, otros.

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